Utilizo la TCC (Terapia Cognitiva Conductual ), porque en la actualidad es una de las terapias más reconocidas, y de mayor evidencia científica. Su eficacia y su efectividad han sido ampliamente demostradas en  el tratamiento psicológico.  Es una de las estrategias por excelencia no farmacológicas, para el tratamiento de la ansiedad o depresión entre otras.

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Nuestro cerebro funciona con circuitos cerebrales y redes neuronales conectadas entres si, donde se van almacenando nuestras experiencias y cómo respondemos a ellas. Este sistema que (Shapiro, 1995) llama  de Procesamiento Adaptativo de la Información (PAI) que todos tenemos, y que se va desarrollando conforme vamos creciendo, puede bloquearse por un evento traumático. Esto afectaría de forma sustancial a nuestras vidas.

 

Las experiencias que ocurren durante los primeros años de vida y los traumas, desarrollan un papel muy importante. Daniel Siegel (2002)

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La terapia de EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing), en español terapia de Desensibilización y Reprocesamiento mediante Movimientos Oculares, fue descubierta por Francine Shapiro en 1987. Precisamente,  para estimular y trabajar sobre el bloqueo que pueda haber sufrido el sistema PAI (Proceso Adaptativo de la Información), ante situaciones y vivencias traumáticas no resueltas. El EMDR ayuda a procesar esos recuerdos traumáticos,  de forma adaptativa, y luego los guarda  a través  de un procedimiento de reconsolidación.

La base de la salud está en las experiencias traumáticas que han sido procesadas.

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